Cada semana trae a clase algo diferente para compartir. Revistas de Danza del Vientre, folletos, carteles de catálogos, recortes de periódicos, sus DVDs favoritos, una lista de restaurantes con bailarines del vientre, libros sobre Danza del Vientre, colecciones de música en CD que representan varios paÃses, estilos, tradiciones y clásicos originales.
Elija música inspiradora de su propia colección que se adapte a cada movimiento. Crea un CD (o una lista de reproducción) de estas canciones para facilitar el acceso mientras enseñas. Su entusiasmo se transferirá a sus estudiantes cuando enseñe con su música favorita.
Reúna artÃculos básicos para compartir con su clase. Bufandas en las caderas, velos, faldas y platillos para los dedos. Usted debe tener suficiente para ! cada estudiante esperado. Permita que los estudiantes tomen prestados sus artÃculos para las primeras clases, pero anime a los estudiantes a que compren los suyos propios, ya sea de usted o de una fuente recomendada.
Empieza cada clase con tus ejercicios de calentamiento y estiramientos favoritos. Piezas auténticas, suaves y melódicas funcionan bien.
Enseñe nuevos movimientos cada semana y revise los antiguos.
Por ejemplo, planee cubrir 10 movimientos básicos a lo largo de todo el curso:
Planee algo especial en su primera noche de clase que una a sus estudiantes y libere las inhibiciones. Por ejemplo: Comience la clase con un concurso de hula hoop para ayudar a sus estudiantes a empezar a pensar en los movimientos de cadera. O bien, empiece su curso con una breve actuación propia. Su confianza en hacer esto asegurará el respeto de sus estudiantes.
Prepare folletos que describan los patrones del zill, la historia de la danza del vientre, ! la música que usa en clase, y tal vez su biografÃa, incluyen! do los nombres de los maestros con los que ha estudiado.
Planee una hafla en un restaurante local al final de la clase donde anime a sus estudiantes a mostrar sus nuevos movimientos.
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